Con la ilusión del niño,
Con la fuerza y la alegría de nuestra juventud,
Compartimos sueños,
Abrimos caminos,
Proponemos metas,
Trazamos destinos.
Comienza a gestarse a finales de los años 60 cuando en nuestro país se producen transformaciones sociales y culturales, y particularmente en el plano tecnológico con la apertura al desarrollo industrial. En este contexto, un grupo de personas provenientes de diferentes agrupaciones juveniles de la Parroquia del Barrio “San Agustín” de la ciudad de Paraná, comenzaron a percibir las necesidades de su comunidad que, en su mayoría, no continuaban la escolaridad secundaria y carecían de un oficio que le abrieran otras oportunidades laborales.
Los autores de este sueño tenían entre 18 y 25 años y pertenecían a la Comisión de la Parroquia San Agustín llamada “Fraternidad de Charles de Foucault”. Aquél grupo juvenil desempeñó, entre otras actividades, un fuerte papel en la promoción educativa y social del barrio. Por esa época se percibía con mayor fuerza la necesidad de contar con una escuela técnica que formando en un oficio brinde nuevas perspectivas laborales a las nuevas generaciones de la zona. De esta manera, en 1969 reunidos en el Salón Parroquial, alentados por vecinos y el sacerdote de la parroquia, se plasma aquella necesidad. Estos pioneros, que posteriormente pasarían a formar parte de la Comisión Propietaria del Instituto, previo estudio de carácter socio-económico del barrio sobre la base del Censo Nacional de 1970, reafirmaron la convicción de crear una escuela técnica que formara para el trabajo y una profesión.
Tres argumentos se esgrimieron para llevar adelante el proyecto deseado, por un lado, la idea de creación de una escuela secundaria para que los jóvenes del barrio puedan continuar con sus estudios. En segundo lugar, y quizás el eje sobre el que se tenía mayor claridad, es que esta escuela tenía que ser técnica porque el medio social exigía una salida laboral concreta a una población con muy pocas oportunidades de seguir estudios superiores, y en tercer lugar, debida ser una institución en permanente renovación, capaz de generar nuevas respuestas para estar a la altura de las transformaciones sociales, laborales, profesionales y educativas.
Al grupo inicial, muchos de los cuales ejercían la docencia en instituciones educativas de otros barrios, fueron sumándose personas que recepcionaron la propuesta con un fuerte compromiso. Desde sus profesiones y trayectos se pusieron a disposición para fundar la escuela, tanto en su edificación como en la conformación del plantel docente ad honorem por un año.
Oficialmente, los documentos consultados nos expresan una fecha clave: el 19 de marzo de 1973, cuando el Instituto abrió sus puertas para ofrecer a cada uno de los alumnos y también al personal educador, un estilo diferente, marcando un antes y un después en sus vidas. Dicha propuesta abarcaba valores como la apertura hacia la sociedad, la inclusión de todo educando sin distinciones, la tolerancia en el disenso, el respeto por el otro, el estímulo de la creatividad y el desenvolvimiento de la originalidad en la búsqueda de la excelencia personal y profesional.
La 1ª Comisión Directiva que puso en marcha este sueño fue:
Presidente: Solari Ramón
Vicepresidente: Becic de Sampietro María Eugenia.
Secretario: Nassivera Ana Elisa
Prosecretario: Maffei Luis
Tesorero: Enrique Morande Alberto. (renuncia 25/09/71) y asume: Morales Felipe
Protesorero: Presbístero Eliford, Jeremías Francisco
Vocal Nº 1: Diaz, Miguel ángel
Vocal Nº 2: Petrucci Edgardo Herminio
Vocal Suplente 1º: Morales, Felipe Enrique
Vocal Suplente 2º: Parkinson, Ada